Teniendo en cuenta que este blog se realiza con el fin de
dar cuenta a los conocimientos y aprendizaje adquiridos durante el seminario de
Psicología Social crítica, en esta entrada hablaremos sobre el proceso de
observación que realizó el equipo de trabajo acerca del tema de las ventas
ambulantes y/o informales.
Nuestra observación se enfatizó en la población de
vendedores que se ubicaba en la Calle 72 entre la Avenida Caracas y la Carrera
11 y la población de vendedores que se ubica en los alrededores de la
Universidad Piloto de Colombia.
Durante este proceso vivimos de cerca
la problemática actual que están viviendo estas personas
por la recuperación del espacio público que adelanta
la policía y fuerza pública de la ciudad de acuerdo a las
instrucciones dadas por Enrique Peñalosa como alcalde de la capital. En
varias oportunidades tuvimos la oportunidad de observar la llegada de
la policía a la universidad y como era notable la ansiedad
y estrés que esto les generaba a los vendedores. Con base a esta
situación fueron varios los días en que estas personas
no podían sacar sus artículos a la venta y por esto
al conversar con ellos acerca de que pensaban al
respecto, había coincidencia y consenso en la respuesta de
la mayoría de vendedores, al manifestar que su mayor
preocupación era el no poder llevar el sustento a la casa para la
manutención de sus familias.
Es por esto que con las situaciones que se
presentaban podíamos evidenciar claramente varios tipos de
observación cibernética, concepto planteado por Heinz Von Foerster, como socio cibernética en los cuales había cibernética
de varios niveles:
Cibernética de primer orden: Yo observo, el otro me observa,
yo me autoreferencio y el otro se autoreferencia. Podemos identificar esto
cunado se realiza el ejercicio directo de hablar con los sujetos en cuestión, porque
aquí es donde somos los actores junto con ellos de determinada situación.
Cibernética de segundo orden: Meta observación (observación
de la observación). Esto se evidencia cuando observamos la relación de la
policía con los vendedores.
A mi forma de ver las cosas como ciudadano del común y participante en la conformación de una ciudad mas equitativa y cívica, evidencio que la forma de proceder del distrito con respecto a la organización del espacio publico es algo egoísta y poco equitativa porque no formula una respuesta positiva y acorde a la problemática de una población que en su inmensa mayoría no recibe un salario mínimo mensual y que de este tipo de empleo informal depende muchas familias. Creo que el distrito debería dialogar mas con este tipo de personas, ofrecer un espacio acorde para que ellos tengan un lugar donde puedan convivir con el sector (LA UNIVERSIDAD) y ademas brindar un tipo de ayuda educativo para aquellas personas que aun tienen interés por mejorar su estilo de vida, de esta forma tendremos mejores ciudadanos y estaríamos luchando por aumentar el desarrollo social de la ciudad.
ResponderBorraryo considero que aquellas personas que subsisten vendiendo sus productos para sostenerse a si mismos y su familia ,la universidad en lo posible debería de colaborarles con un espacio adecuado para venta de sus productos,no es permitir que los echen porque si,sin saber las necesidades que tienen estas personas.
ResponderBorrarDe acuerdo a la información planteada y a la que nos ofrece diariamente los medios de comunicación, considero que esta situación va mas allá de la "recuperación del espacio público", es un problema social que nos debería importar a todos ya que las personas que recuren a este tipo de empleo en su gran mayoría son personas que no tuvieron la oportunidad de educarse, que además son cabezas de familia, donde el único sustento que tienen para su hogar es el que obtienen de estos trabajos informales.
ResponderBorrarSi el gobierno tuviera la capacidad y tal vez mas la voluntad que otra cosa, de ofrecer una mejor educación para todos que nos permita tener mejores oportunidades laborales, el país tendría un mayor desarrollo económico cultural y social, que evitaría vivir situaciones como la actual donde la gente que están desalojando del espacio "publico", se ve en la necesidad de buscar alternativas no tan buenas, incrementando la inseguridad y por ende la pobreza de nuestra ciudad